Vuelve el SOPA y vuelve a Latinoamérica. México
será nuestra nueva sede el próximo mes de noviembre. Si ya formán parte de la
familia del SOPA
ya sabrán cómo va esto, y si se acercan por primera vez comprobarán que el SOPA
es un encuentro a la vez procomún y no común. Procomún porque es un congreso “de todos y de
nadie al mismo tiempo”, o mejor aún, porque se hace “entre todos”;
y no común, porque se escapa de lo conocido, de los congresos repletos de
sabios en los que suele operar un sistema vertical de transmisión de
conocimiento, y en los que la expertise es terreno de “unos pocos”.
El objetivo principal del SOPA
es educar en lo común, contactar, facilitar el acceso y la transmisión al
patrimonio en el medio rural, propiciar una verdadera democracia cultural.
Trabajar en el sentimiento colectivo, con gente que quiere comprometerse con la
comunidad, que quiere cambiar las formas de relacionarnos con nuestra cultura.
Emancipar el conocimiento mediante la expansión de los saberes y la co-creación
de contenidos y metodologías. De este modo conoceremos las distintas formas de
ver, tratar y considerar al patrimonio rural como generador de riqueza,
posibilitando a los agentes locales el desarrollo de iniciativas culturales y
económicas innovadoras y sostenibles dentro de su propio territorio. Por ello,
creemos necesario profundizar en la construcción de nuevos espacios y nuevos
procesos que faciliten la creación de sinergias positivas de colaboración entre
entidades y proyectos, con el fin de mejorar los proyectos y establecer
vínculos más fuertes y reales con la población o contexto en que se llevan a
cabo; propiciarán el análisis sobre conceptos y metodologías; así como la
creación de una línea conjunta de acción que incluya las aportaciones desde
diferentes formas de entender y proyectar la gestión del patrimonio cultural.
Pero desde el SOPA
consideramos que el concernido no es el patrimonio, son los colectivos de
personas que trabajan en los bordes de la dicotomía público-privado para
(re)activar lo común, procesos visibles a lo largo del mundo que evidencian la
inclusividad social, y ponen en valor prácticas que surgen desde los afectados
y los expertos en experiencia. Y es que, como defiende el filósofo francés
Pierre Dardot, “ningún
bien es por sí mismo común. Un comun no es una <cosa>, aún cuando sea
relativo a una cosa, sino el lazo vivo entre una cosa, un objeto o un lugar y
la actividad del colectivo que se hace cargo de ella, la mantiene y la cuida”.
Para esta edición del SOPA,
se mantienen las dos jornadas para la presentación de propuestas, teóricas y
proyectos, y la de carteles. Se incluyen además, como se ha hecho en las tres
últimas ediciones, una sesión territorial, en este caso vinculada a proyectos y
reflexiones sobre patrimonio rural y comunidad en la Península de Yucatán, y el
tercer seminario que organizamos en el SOPA, en esta ocasión, sobre mujer rural y
memorias comunes. Todo esto más acciones participativas, Barferencias,
T-Cuentos, cine, mesas de trabajo, gastronomía, visitas, fiesta, cariño,
patrimonio, rural y comunidad… vamos, lo que viene siendo el SOPA.
Les esperamos en Yucatán!!!